Federico

Hoy ya no viviría, porque la biología no la supera ni a los más grandes pero sí sería más grande su legado y, así, más grande nuestro espíritu al estar nutrido de la belleza, de la alegría, del arte de quien tal día como hoy fue vilmente asesinado. Hoy, hace 87 años, mataron como animales a un alma noble.

La codicia en la música

El mundo empresarial entiende lo que no logra interiorizar el mundo musical por mucho que éste se empeñe en mostrar una cara de eterna aspiración a ser un negocio en términos financieros, salvando las tan escasas como honrosísimas excepciones, esto esto, aquellos que sí lo han comprendido y que, como ocurre con siempre vigente mito de la caverna, por más que se explica nadie lo ve.

El mito de las escuelas históricas de dirección

La enseñanza de dirección musical está afectada por una concepción de la estructura curricular basada en una quiebra identitaria. Partiendo del hecho de que dirigir corresponde a la misma mecánica sea cual fuere el foco sonoro (banda, orquesta o coro) siendo la única diferencia el conocimiento de cada instrumento y de su optimización, la secuenciación que históricamente se ha venido realizando a la hora de impartir la asignatura de dirección, está fuera de toda razón habida cuenta de la realidad profesional que los grandes maestros han desarrollado.

Memorización de la partitura

Afrontar la lectura de una partitura de Banda para una eventual memorización (la mejor opción para una óptima interpretación) deviene en un proceso de tensión para los estudiantes de dirección (y a no pocos profesionales) al abordar una aproximación textual a ese mapa del tesoro que es la partitura.

EveR vs Kleiber

El Robot EverR 6 ha debutado como director de orquesta en Corea frente a un orgánico de 60 músicos y ante 950 espectadores que lo ovacionaron ampliamente, como dice la crónica del evento. Algún músico, incluso, manifestó que EveR 6 estaba en perfecta armonía con la orquesta.

Directores instagrammers

La realidad se impone aunque no se quiera ver. Negarla, supone elegir ser cómplice de la mediocridad. Justificarla, asumirla como propia. El mundo de la música es maravillosamente complejo. Nada es lo que parece y lo que parece, no es.