Federico
Hoy ya no viviría, porque la biología no la supera ni los más grandes pero sí sería más grande su legado y, así, más grande nuestro espíritu al estar nutrido de la belleza, de la alegría, del arte de quien tal día como hoy fue vilmente asesinado. Hoy, hace 87 años, mataron como animales a un alma noble. Si la ideología convierte al adversario en enemigo no puede surgir la política. Sin política habitamos sin más un reino animal con la razón como arma arrojadiza, porque ningún animal mata si no es para sobrevivir y los bastardos que lo hicieron no tenían otra excusa que su propia mezquindad.
Ha llegado la hora
de ser sinceros,
sin consuelo,
la última hora antes
del gran silencio.
¿Qué tenían aquellos hombres en su cabeza para ejecutar órdenes tan adversas a la conducta humana? ¿Acaso no solo las cumplieron sino que las disfrutaron? ¿Qué le dijeron a sus mujeres, a sus hijos aquel día antes de salir del hogar para fusilarlo? ¿Le dieron un beso a su familia antes de partir? ¿Quizás hicieron el amor aquella noche? ¿Contaron un cuento a sus hijos?
Quitarse los vestidos,
la carne, los huesos,
y arrojad de vosotros
el corazón enfermo.
¡Llanto y Salud, amigos!
Esperad a los vientos
cargados de semillas
y paisajes inéditos.
Al parecer fue Juan Luis Trescastro Medina, abogado y político extremista quien tuvo el honor de detenerlo. No se sabe si presenció la ejecución de varios reos acusados de ser socialistas, masones y homosexuales, además de pertenecer a otras esferas ideológicas al alzamiento. Pero repitió hasta su muerte que estuvo presente afirmando con la fanfarronería demostrativa de una putrefacta moral „vengo de darle dos tiros a García Lorca en el culo, por maricón”.
Floreced, y arrancaos
la floración de nuevo,
vestidos inefables,
corazón, carne y huesos.
Llanto y Salud, amigos.
Frente al mar de los vientos
para ser vivos siempre
Ser murientes eternos.
Al alba, en aquel camino que lleva de Víznar a Alfacar, Granada, un 19 de agosto de 1936 Federico fue asesinado por pensar con libertad, por creer que un mundo con poesía sería un mundo mejor, por elegir su forma de amar, por sentir la vida en todos sus contornos, por ser bello, por propiciar belleza. ¿Qué podrían tener contra la belleza? Quien no entiende la necesidad de la poesía, de la belleza, del arte, de la cultura…no puede soportarla.
Juan F. Ballesteros
músico y escritor