Habitar el escenario o la dualidad del ser
Mientas se cierne sobre el horizonte y se alza entre las nubes de a más alta expectativa una nueva legislación que afectará (a ver en cuántas de las acepciones del término) a todo tipo de músicos, valorar las consecuencias puede ser tan solo un ejercicio de onanismo intelectual poco útil pero, en cualquier caso, la reflexión y el pensamiento sobre nuestra profesión nunca está de más.
Parece ser que se aliviará la ardua tarea de pedir permisos para la realización de conciertos y eso, en sí mismo, ya es bueno. La libertad de elección y las propias reglas del mercado marcarán, no obstante, quiénes habitarán los escenarios.